Lámparas Lampe Berger. Orígenes, usos y beneficios para la salud

A todos nos gusta tener nuestros hogares y centros de trabajo perfumados, pero si además podemos destruir los olores y purificar el ambiente... muchísimo mejor. Para esto están las lámparas catalíticas de Lampe Berger, un producto natural 100%, libre de bnzenos, aerosoles, etc. que perjudican la salud y pueden provocar enfermedades como cáncer.

Orígenes: Estas lámparas tienen más de 100 años de antigüedad, desde el 1890, en el que un auxiliar de farmacia, que trabaja en un hospital, para protegerse de problemas de salud y olores creó una piedra catalítica (en la actualidad está patentada), que fuera capaz de regenerar el aire y purificarlo, a la par que destruia los malos olores.

Los perfumes utilizados en las lámparas tienen una base más acuosa y sus fragancias son más sutiles que cualquier otro sistema (bouquet), tienen una base más de alcohol, si no la esencia podría estropear la piedra catalítica. Además, el alcohol desinfecta el ambiente.

¿Cómo se consigue? Muy sencillo. Calentando la piedra catalítica. El primer paso sería colocar dos dedos de perfume en la lámpara, introducimos la mecha y dejamos que se empape media hora. La mecha debe estar muy empapada para que alcance la temperatura idónea.

Transcurrido el plazo, cogemos un encendedor, prendemos la piedra y dejamos que la llama la caliente. Después soplaremos y la apagaremos, colocamos el embellecedor y ya está lista. Una vez se crea conveniente, taparíamos la mecha con el tapón, enfriándose la mecha y protegiéndose el perfume para que no se evapore.

Usos: Elimina olores de comida, tabaco, baños, animales, etc. aportando una fragancia duradera. Por ejemplo: en una cocina, basta con 20 minutos.

Las fragancias son muy variadas: flores, frutales, amaderadas, especidas, etc. Incluso la firma ha pensado en aquellas personas que no toleran ninguna fragancia, estando el neutro, que realiza la misma función sin aportar aroma.

Para un experto en aromacología o marketing olfativo, el paso más importante es el de neutralizar el espacio de olores para después perfumar, ya que si solo perfumamos, se superponen los aromas, se mezclan ocasionando que pueda enrarecerse el ambiente, se carga y puede llegar a crear dolor de cabeza, sinusitis, asma, estornudos, etc.